Reseña: Hijos de Sangre y Hueso (1/3)

Título: Hijos de Sangre y Hueso.

Título original: Children of Blood and Bone.

Saga: El legado de Orïsha #1

Autor/a: Tomi Adeyemi.

Editorial: Molino (ficha del libro)

Páginas: 640.

Fecha de publicación: 2018.

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Zélie Adebola recuerda cuando la tierra de Orïsha desprendía magia. Pero todo cambió la noche en que esta desapareció. Por orden del rey, los maji fueron perseguidos y aniquilados.

Ahora, Zélie tiene una oportunidad de devolver la magia a su gente, pero para ello deberá ser más rápida y astuta que el príncipe heredero del trono, que está dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre.

El peligro acecha en Orïsha, donde los leopardarios de nieve campan a sus anchas y los espíritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zélie en su lucha por controlar sus poderes. 

Hijos de Humo y Hueso era un libro que estaba en mi punto de mira desde hacía mucho tiempo. Empecé a seguirle los pasos cuando se anunció para Estados Unidos. Vi todo lo que decían del libro, lo que decía la propia autora, todo parecía apuntar a que sería una historia increíble. Además que yo me vendo muy fácilmente cuando se trata de fantasía como buena fan que soy. En fin, ¿queréis saber más sobre Hijos de Humo y Hueso? Aquí voy:

Amari by Alexis Castellanos

Zélie Adebola es una adolescente que nació con una marca que la perseguirá toda su vida: es una divîner. Como tal, nació con el pelo blanco como la nieve y estaba destinada a desarrollar sus poderes y convertirse en maji cuando cumpliese los trece años. No obstante, el actual rey de Orïsha hizo desaparecer la magia, dejando indefensos a los maji y aniquilándolos a todos. Dejó que los divîner jóvenes vivieran solo para que recordasen lo que podía hacer, para someterlos, pero Zélie tiene dentro una rabia que la empujará a cumplir con su destino cuando Amari, la princesa, se cruce en su camino con un artefacto que podría suponer la salvación o la total destrucción de Orïsha. Ellas dos, junto con el hermano de Zélie, Tzain, emprenderán su camino hacia un lugar secreto donde, dicen, se puede restaurar la magia. Pero no es tan sencillo como hacer marcha y ya está. Amari, por muy princesa que sea, se ha metido en un buen lío. Ahora los soldados del rey les persiguen y están liderados por el propio príncipe Inan, quien tiene una arma que no les pondrá las cosas nada fáciles. En cuanto a sus personalidades, he de decir que Amari me ha cautivado. He visto a una mujer que se ha superado a sí misma en todos los sentidos, que ha conseguido sacar una valentía que pensaba que no tenía y enfrentarse a una vida que no quiere para ella ni para nadie. Y Tzain me ha parecido bueno y compasivo, siempre ayudando a su hermana y buscando lo mejor para todos. Zélie en cambio es más egoísta e impulsiva, pero es un grandísimo personaje. Veréis que estos tres, al final, os roban el corazón.

Hablando de personajes, podemos decir que estos cuatro son los más importantes. Por muchos nombres que conozcamos y por muchas personas que se crucen en su camino, Zélie, Amari y Tzain siempre están en movimiento, y Inan es realmente quien les persigue así que pocos personajes más hay que destacar en este primer libro. La excepción la haré con el rey Saran porque ese hombre es lo más cruel que veréis, un hombre con el alma oscura, con una maldad dentro que no tiene comparación. Ve a los maji como carnaza y los trata como a gusanos. Su crueldad llega a ponerte la piel de gallina a poco que lo extrapoles.

En cuanto al argumento, me ha gustado mucho el ritmo que ha seguido. Creo que ha sido perfecto para la evolución de los personajes porque empiezan teniendo unas relaciones muy marcadas y acaban de una forma totalmente distinta pero justificada. Esto es algo que pasa mucho en los libros juveniles y que muchas veces no se justifica. No pueden hacer que las relaciones avancen de repente sin ninguna razón. Y aquí, al igual que alabo la de los tres protagonistas, voy a criticar el romance. Porque me ha parecido completamente absurdo. No tiene ni pies ni cabeza, no se fundamenta en nada y se pasa a hablar de amor de repente, habiéndose conocido de apenas dos días. Y no hablaré del contexto, porque todavía lo hace más absurdo, pero al menos no resulta cargante ni les quita protagonismo, lo cual es de agradecer. En fin, a excepción del romance, todo perfecto. Al principio es cierto que me pareció que le faltaba worldbuilding, pero 20 páginas después cerré mi bocaza porque me encontré con las historias de los dioses, cómo se crearon los maji y muchas más cosas sobre sus antepasados. Espero encontrar mucho más sobre esta cultura tan rica en el siguiente libro porque la cantidad de cosas que se pueden saber sobre los maji y sus dioses son muchísimas, y me encantaría conocerlas.

Zélie by Alexis Castellanos

Para contextualizaros un poco la historia y que veáis de qué va el mundo de Orïsha, os quiero explicar un poco cómo se distribuyen los poderes de los maji (sin mucho detalle, claro, porque tampoco se nos cuenta tanto en el libro). Hay un total de diez clanes: los Ikú, con el poder de la vida y la muerte y amparados por la diosa Oya; los Emí, los maji de la mente, el espíritu y los sueños amparados por Ori; los Omi, maji del agua amparados por Yemoja; los Iná, maji del fuego amparados por Sàngó; los Aféfé, maji del aire amparados por Ayao; los Aiye, maji del hierro y de la tierra amparados Ògún; los Ímòlé, maji de la oscuridad y de la luz amparados por Ochumare; los Ìwòsàn, maji de la salud y la enfermedad amparados por Babalúayé; los Aríran, maji del tiempo amparados por Orúmila; y los Eranko, maji de los animales amparados por Oxosi. Como veis, hay muchos tipos de poderes, pero no los veréis todos en este primer libro, es por eso que tengo muchas ganas de conocer más maji, más sobre su cultura y sus poderes. Aquí veremos a algunos controladores del fuego, de la enfermedad o de la muerte, pero a causa de la imposibilidad de hacer magia, veremos más lucha física que mágica (aunque no me quejo, porque me han gustado mucho ambas partes).

El final, por su parte, me ha dejado rota. Yo suelo hacer muchas teorías mientras leo, me gusta pensar en la historia y en sus posibles salidas, qué cosas van a pasar y qué estaría genial que pasase. Con este libro no he podido. Aparte de lo obvio, no sabía qué esperar y además parecía que ningún camino se cumplía. Siempre pasaba algo que les impedía avanzar así que la expectación mientras leía era MUY real. No pude soltar el libro hasta leer la última página y preguntarme lo que siempre me pregunto con este tipo de finales, ¿qué hago yo ahora con mi vida? La verdad es que ha quedado abierto a algo muy muy interesante y tengo muchísimas ganas de ver por dónde va a salir la autora. ¡AAAAY! ¡POR FAVOR! ¡NECESITO YA HIJOS DE VIRTUD Y VENGANZA!

Por último, quería destacar la importancia social que tiene apoyar este libro. Aparte de ser una historia magnífica, que te mantiene pegada a sus páginas y esperando saber más y más, Hijos de Sangre y Hueso constituye un libro que apoya y representa algo muy importante en la literatura juvenil: la diversidad racial. Seguro que habréis observado la escasez de personajes de raza no blanca en la literatura (sobre todo en el papel protagonista, o en papeles que no acaben muertos para ayudar a avanzar al protagonista). En la fantasía juvenil en concreto pasa muchísimo. Tomi Adeyemi decide aquí decir basta y ha creado una historia protagonizada solo por personas negras donde los rasgos físicos distintivos son solo su pelo (el blanco de los divîner) y el tono más o menos oscuro de su piel. Apoyarlo significa dar voz y tener voz es algo muy importante para los colectivos oprimidos. 

Y bueno, ¿cuántos fans de la fantasía hay por aquí? Porque si os gusta, este libro es prácticamente imposible que no os guste. ¿Por qué? Porque básicamente lo tiene todo: guerra, conflictos entre poblaciones, dioses, poderes, la distinción entre el bien y el mal y una misión súper importante. Y eso es el libro, la misión, el camino que Zélie, Amari y Tzain tienen que recorrer para cumplir con su destino y salvar Orïsha, y os aseguro que se pone tan interesante y que no podréis despegar vuestros ojos del papel.