Reseña: Los Herederos de la Tierra (2/2)

¡Hola, sinsajetes! Hoy traigo una reseña un tanto especial para mí, y es que hace ya seis años me enamoré de La Catedral del Mar, de Ildefonso Falcones. Fue de los poquísimos libros que disfruté leyendo para clase y estoy muy agradecida a la profesora que decidió mandarnos la tarea. Al hacer tanto tiempo de la lectura no me he animado a reseñarlo. Lo he releído este verano porque sabía que leer Los Herederos de la Tierra iba a ser una tarea obligatoria en mi realidad pero aun así he decidido no reseñarlo, no sé si podría hacerle justicia o simplemente hacer frente a dos reseñas de este calibre. Además, aprovecho para retomar la sección de los autores nacionales que durante el verano decidí pausar. ¡No podía haber mejor libro para volver a la actividad! Por otra parte, llevo bastantes días sin subir nada de contenido pero lo cierto es que acabo de empezar de nuevo las clases y este año se presenta duro. Empiezo mi último año en la universidad y ya desde un principio está siendo de locos. ¡Vendre cada vez que pueda!

Título: Los Herederos de la Tierra.
Título original: Los Herederos de la Tierra.
Saga: La Catedral del Mar #2
Autor/a: Ildefonso Falcones.
Editorial: Grijalbo. (ficha del libro)
Páginas: 896.
Fecha de publicación: 2016.
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Barcelona, 1387. Las campanas de la iglesia de Santa María de la Mar siguen sonando para todos los habitantes del barrio de la Ribera, pero uno de ellos escucha su repique con especial atención... Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol.

Pero sus sueños juveniles de convertirse en constructor de barcos se darán de bruces contra una realidad dura y despiadada cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aproveche su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaba años acariciando.

A partir de ese momento, la vida de Hugo oscila entre su lealtad a Bernat, amigo y único hijo de Arnau, y la necesidad de sobrevivir en una ciudad injusta con los pobres.

Obligado a abandonar el barrio de la Ribera, busca trabajo junto a Mahir, un judío que le enseña los secretos del mundo del vino. Con él, entre viñedos, cubas y alambiques, el muchacho descubre la pasión por la tierra al tiempo que conoce a Dolça, la hermosa sobrina del judío, que se convertirá en su primer amor. Pero este sentimiento, prohibido por las costumbres y por la religión, será el que le proporcionará los momentos más dulces y amargos de su juventud.



Hace ya diez años, La Catedral del Mar nos contó la historia de Arnau Estanyol, un niño por el que su padre luchó hasta la muerte en busca de la libertad. La novela comienza ubicándose en el año 1320, antes del nacimiento del propio Arnau, y termina en el 1384, después de habernos narrado toda una vida, después de haber sido testigos de las vivencias más felices y también de las más oscuras del hijo de Bernat Estanyol, siguiendo de cerca la construcción de la catedral de Santa María de la Mar (a la que no abandonamos ahora tampoco). Hoy nos encontramos leyendo qué pasó después de todo aquello y somos testigos del legado del prohombre Arnau Estanyol, querido por todos en Barcelona pero sobre todo por su esposa, Mar, y su hijo, Bernat. A estos se les suman todos aquellos a los que Arnau ha beneficiado con su benevolencia, entre ellos Hugo Llor, protagonista de la historia que ha tardado diez largos años en llegar a nuestras manos. 


Santa María de la Mar
Como con La Catedral del Mar, Los Herederos de la Tierra nos cuenta la historia de Hugo Llor desde bien pequeño, cuando aún acompañaba a Arnau en sus paseos por la playa. Hugo es huérfano de padre y, en aquellos años, perder al cabeza de familia significaba perderlo todo. Arnau ayudó a la familia de Hugo a no quedarse en la calle mandando a su hermana a un convento con la promesa de una buena dote y a su madre a trabajar como criada en una casa donde podían acogerla. Por su parte, Hugo trabajaba en las atarazanas con uno de los genoveses prisioneros del rey, aprendiendo el oficio y soñando despierto con un brillante futuro construyendo navíos. No obstante, como era de esperar, todo se tuerce y Hugo ve truncados sus sueños por nada más y nada menos que Roger Puig. Los Puig fueron nuestro dolor de cabeza durante la larga lectura de La Catedral del Mar y lo son también durante gran parte de la que nos traemos ahora entre manos. Vuelven a resurgir de su miseria con más odio que nunca hacia los Estanyol y Hugo, con su afecto por ellos, se ve metido entre medias desde el primer momento. No obstante, no solo será esta familia la que cause desgracias en la vida de Hugo Llor, sino que se topará con un par de personajes que prometen sorprender con sus actos.

Esquivando las maldades de unos nobles que no se detienen ante nada, Hugo consigue seguir con su vida, no sin problemas. Desde el abandono de sus sueños, pasando por la sufrida persecución del criado de Roger Puig y de un chico que promete sangre contra Hugo y llegando hasta complicados amoríos, el protagonista de esta historia rara vez encuentra la paz en su vida. Por otra parte, Bernat, hijo de Arnau y algo mayor que Hugo, también tiene que ver en los quebraderos de cabeza del muchacho. No podía ser de otra manera, así que los muchachos nada más conocerse se hacen amigos. Pero las cosas cambian y a veces esto puede suceder demasiado deprisa. Muchas cosas pasan en estas casi novecientas páginas que no puedo contaros pero si algo sí es seguro es que el destino no les tiene prepraradas las mejores experiencias para estos dos jóvenes. Tocados en muchas ocasiones por la mala fortuna, y en otras por la buena, Los Herederos de la Tierra nos hará partícipes de la vida de Hugo Llor y nos mostrará cómo eran las cosas en la Barcelona del siglo XIV y XV, nada fáciles para aquellos de menor condición, más aún si son mujeres, indescriptible si son esclavos o judíos. 

Con todo, lo que más me gusta de estas novelas es el repaso histórico que suponen. No me extraña que pueda tardarse diez años en escribir un libro como este. La recopilación de datos que ha tenido que hacer el autor es impresionante, más aún teniendo en cuenta que ha de hilar una historia a su alrededor. Todos los sucesos descritos, desde las guerras entre los reinos hasta el ascenso o descenso de algunos hacia la nobleza, supondrán algún cambio en la vida de Hugo y, puesto que recorremos tantos años durante la lectura, conoceremos a muchísimos personajes interesantes.


En primer lugar, obviando al protagonista, conoceremos a los judíos: Dolça y Regina, dos muchachas que conocen al joven Hugo en su primera huida, trabajando este para Mahir en sus viñas (tío de Dolça) y aprendiendo ellas el oficio de matrona (y a su vez, médico) de la madre de Dolça. El tiempo pasado con los judíos puede que sea el más intenso de toda la novela, puesto que la gente cristiana de Barcelona no es precisamente amistosa con aquellos que confraternizan con los judíos, dejando como caso aparte el final, que promete hacer aflorar las emociones más intensas tal y como sucedió en el libro anterior. También tenemos a Arsenda, la hermana de Hugo que, aunque no aparezca demasiado o no parezca que tenga un papel muy fuerte, sí será clave para según qué cosas que suceden al joven viñador. Junto con su hermana y los judíos, podríamos hablar de Bernat (por seguir una línea temporal), el cual al principio goza de la misma benevolencia que sus padres pero no duda en jurar venganza contra los Puig, como antaño hizo su padre. Más adelante conocemos a Barcha y Caterina, ambas esclavas, Mateo, criado de Roger Puig y malvado hasta la médula o el propio Roger Puig, digno hijo de su padre.

Todo lo acontecido entre los personajes hace (o me hace) surgir cantidad de emociones, pasando de la alegría a la tristeza en apenas unas líneas. El hecho de estar ambientado en el siglo XV (al igual que me sucede con el libro anterior) hace que me estremezca con algunos sucesos, que de verdad tenga que dejar de leer por la certeza de que aquello de verdad le pasaría a alguna muchacha o a algún pobre desgraciado que ofendiese a quien no debía. Y pese a ser un libro tan largo, con tantas pausas para describir algún acontecimiento histórico o recuerdo de alguno de los personajes (que hay bastantes, avisados/as quedáis), la forma que tiene el autor de contárnoslo, la forma de hilarlo todo, hace que no pueda cerrarlo, que piense: ¿qué pasará después? ¿Qué hará Hugo ahora? ¿Qué pasó con este o aquél rey? La brutalidad de algunos personajes (y la impredecibilidad de los nobles), como decía anteriormente, algunas veces te pone mal cuerpo, te hace maldecir o rabiar de verdad, pensar que esos brutos existieron y existen. Y el mero hecho de ser capaz de despertarme esos sentimientos y sensaciones, malas algunas veces, buenas otras, hace que valore todavía más el libro y quiera saber más, leer más del autor. Igual soy yo, que siento las cosas de forma demasiado intensa, pero estos son los libros que nunca olvido.

En cuanto a la estructura de la novela, nos la encontramos dividida en cuatro partes que podríamos decir que son las cuatro grandes fases de la vida de Hugo y su familia. Pese a lo largo que es el libro, pese a que he estado toda la semana con él (y llevando al día mis tareas de la universidad), no se ha hecho largo. Al contrario. ¡Qué será ahora del legado de estos personajes! Sobre esas cuatro partes, cada una empieza de forma más pausada para dar paso al gran acontecimiento que marcará esa fase de su vida, culminando en el último cuarto con una serie de sucesos atropellados que harán que no puedas dejar de leer, que de verdad desees que se aclare todo por fin, que puedan vivir en paz. Durante la lectura no serán pocas las sorpresas que nos llevemos por parte de unos personajes que rara vez son lo que parecen. Puestos a mencionar, podría decir que los mejores personajes de la novela, aquellos que más me han sorprendido, han sido Regina y el propio Bernat Estanyol, no sin dejar de apreciar a un desaventurado Hugo Llor que ha sabido solucionar sus problemas con los escasos medios que ha tenido a su alcance.

No sabría decir con qué libro me quedaría porque ambos forman parte de una misma historia, solo sé que esperaría diez años más, ¡diez vidas más!, por leer otra continuación, otro libro enlazado a la vida de los Estanyol y de los Llor.



4 comentarios:

  1. ¡Hola! Me ha gustado tu blog y te he seguido, ¿te pasas por el mío?
    Nos leemos, kisses ^^

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  2. Estoy leyendo Los herederos de la tierra y me esta enamorando tanto como lo hizo La catedral del mar. Me ha encantado leerte, gran resumen.

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    1. ¡Hola! Pues me alegro de que a ti también te esté gustando. Yo me quedé prendada de sus páginas. ¡Muchos besotes!

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  3. Muchos fallos históricos. Y algunos políticos
    Da por cierto que Cataluña era un reino......no lo era. Pero no me sorprende que esto ocurra

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