Reseña: Sin Corazón.

Título: Sin Corazón.
Título original: Heartless.
Saga: Libro único.
Autor/a: Marissa Meyer.
Editorial: Hidra. (ficha del libro)
Páginas: 511.
Fecha de publicación: 2016 (2017 en España)
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Catherine es una de las chicas más deseadas del País de las Maravillas, y la favorita del todavía soltero Rey de Corazones. Sin embargo, ella tiene otros intereses: su mayor deseo es abrir una panadería junto con su mejor amiga y sorprender al Reino de Corazones con sus pasteles. Pero su madre opina que algo así es una insensatez para una joven que podría convertirse en la próxima reina.

En un baile de gala en el que podría recibir la propuesta de matrimonio del rey, Cath conoce a Jest, el atractivo y misterioso bufón de la corte. Por primera vez, siente la fuerza de la auténtica atracción. A riesgo de ofender al rey y a sus padres, Cath y Jest inician una relación en secreto. Cath está decidida a elegir su propio camino y a enamorarse de quien ella quiera. Pero en este mundo lleno de magia, locura y monstruos, el destino tiene otros planes.

¿En qué se parecen un cuervo y un escritorio?

Parte del por qué quería yo leer este libro era que Marissa Meyer es autora de una de mis sagas favoritas, Las Crónicas Lunares. Sin embargo, no os guiéis por ello, pues Sin Corazón es un libro totalmente diferente a todo lo que hemos leído de la autora hasta ahora.

Sin Corazón nos cuenta la historia de Catherine Pinkerton, hija de los marqueses de Cala de Balsa Tortuga y una habilidosa pastelera que solo quiere dedicarse a lo que le gusta, la repostería, y olvidarse de la nobleza y de sus obligaciones. No obstante, no está bien visto que una noble trabaje. Y dentro de eso, en su tierra no está bien visto que una mujer dirija un negocio (#ugh). Otra cosa que Cath descubre y que quiere en su vida es el amor, y nuevamente esta es otra cosa que no le dejan tener. Los padres de Cath saben que su hija es la favorita del rey y esperan que algún día pida su mano y la convierta en la Reina de Corazones. Pero ella no quiere ni oír hablar de ser reina. Ser reina destrozaría todos sus sueños, y más con la aparición de Jest, un joven apuesto de ojos amarillos que tiene por entero el corazón de la joven noble. Jest solo es un bufón. Los marqueses ni en sueños darían su aprobación a semejante romance teniendo ya al rey en la palma de su mano. Además, Jest se encuentra en una situación comprometida, pues en sus planes no entraba enamorarse de la joven Catherine de Cala de Balsa Tortuga.

Art by Mariana Doodles

Más personajes a tener en cuenta son Hatta, el sombrerero que quiere evitar la locura que su padre, y su abuelo antes que él, han llevado en sus genes; Mary Ann, una de las doncellas de Catherine y su mejor amiga, con la cual quiere abrir su soñada pastelería y cumplir su sueño; los padres de Catherine, marqueses que solo piensan en su reputación y que no toman demasiadas buenas decisiones; o el propio Rey de Corazones, un simplón que solo sabe dar fiestas y decir a todo que sí por evitarse un mal trago.

Todos ellos viven en Corazones, un lugar en el que puede pasar cualquier cosa, un lugar en el que los sueños y las pesadillas pueden materializarse de diversas formas, un lugar donde puedes caer hacia arriba o llevar un sombrero que te haga más feliz, más persuasiva, más soñadora. Pero, por encima de todo, Corazones es un lugar de paz. Y no porque no pasen cosas malas, sino porque la población las esconde, las omite, y siguen con sus vidas como si nada hubiese sucedido. A Catherine no parece molestarle especialmente hasta que empiezan a pasar cosas malas de verdad. Un Jabberwock aparece de la noche a la mañana, una criatura de pesadilla que deja víctimas allá donde va.

Así pues, la vida de la joven está empezando a complicarse demasiado. La pastelería no parece que sea una posibilidad real, el rey no hace más que insistir en cortejarla, sus padres controlan todos sus movimientos y no le dejan hacer nada sin su aprobación (la cual, por mucho que digan, no viene motivada por lo que será lo mejor para Catherine, sino por lo que será mejor para ellos y su reputación como marqueses), el Jabberwock amenaza allá donde van y su corazón empieza a derretirse por un bufón con quien no puede estar. Catherine, a pesar de todo, es una soñadora. Alberga algunas emociones contradictorias en comparación con la otra gente de Corazones, pero el hecho de ver que algunas cosas allí no son como deberían no la hace soñar menos. Cuando todo empiece a resquebrajarse de verdad, Catherine se verá obligada a tomar una decisión que podría cambiar el curso de su historia.

Este libro me ha gustado principalmente porque no ha sido para nada lo que yo esperaba. Conforme iba leyendo pensaba que solamente sería un romance que al final, por una cosa o por otra, debería terminar en ella convertida en monarca (no olvidemos que es la historia de La Reina de Corazones antes de ser reina). No obstante mi idea del libro también iba cambiando conforme avanzaba porque veía que algunas cosas no sucedían y que las páginas avanzaban demasiado rápido como para darles tiempo a suceder. Tengo que decir que la sinopsis, en mi opinión, no le hace demasiada justicia a la novela. Básicamente te plantea la historia como el romance entre Jest y Catherine, cuando no ha sido para nada así. Este libro es Catherine soñando, Catherine enamorándose, Catherine amando a sus padres pero odiando sus actos, Catherine con dudas... Jest es parte de la historia y el romance, en esencia, es importante, pero no ocupa el centro de la historia. Lo que ocupa dicho centro es ella y un cúmulo de emociones que entre todos hacen que se desborde y se rompa. Al final, claro, algo tiene que pasar para que se rompa del todo, pero eso os lo dejo para cuando leáis el libro porque el final ha sido de INFARTO. Si algo me gusta de Marissa Meyer es la capacidad que tiene de darte una historia de la que ya sabes el final y sorprenderte igualmente con él. Me ha gustado muchísimo cómo ha tratado la historia de la Reina de Corazones. Cómo un personaje que parecía tan sencillo al cual solo le gustaba cocinar bollos y ver la cara de alegría de la gente al comerlos pasa a ser tan cruel y complejo como lo es la Reina de Corazones. En mi opinión, el personaje sufre una buena e interesante evolución a lo largo de toda su historia.

Art by Mariana Doodles

Catherine acaba siendo mucho más que una niña repostera con posibilidades de asumir el trono. Creo que la mejor forma de leer este libro es hacerlo como si fuéramos Hatta, cuestionándolo todo y no dando nada por hecho. Al final acabas amando y odiando a los personajes, y pocos acaban resultando indiferentes porque parece que todo el mundo aquí ocupa un papel importante. Desde una amiga de la infancia que crispa los nervios de la protagonista, hasta un desconocido que acaba siendo su gran amor, todos aquí aportan algo a Catherine que la convierten en lo que al final es. ¿Y sabéis qué? Creo que merece mucho la pena descubrirlo.

La forma de escribir de Marissa Meyer sigue siendo maravillosa. Después de este libro me muero de ganas de sus próximas historias. Una cosa es leer una saga en la que todo al final tiene el mismo esquema, y otra es saltar de una historia a otra y ver que la autora sigue conservando su magia. Marissa Meyer hace eso. A mí, al menos, consigue emocionarme. Su estilo es sencillo y directo. Hasta cuando se va por las ramas me resulta así. No se pasa con las descripciones, ni se excede en datos inútiles. Todo lo que dice te sirve para algo, ya sea para conocer hechos relevantes de la historia o para conocer un poquito más a la protagonista. Cierto es que el principio de la novela es lento, pero te llega a convencer de lo soñadora que es Catherine, te muestra por completo su personalidad. Yo no he llegado a verla del todo inocente, pero sí que me he creído que era una chica que quería más de lo que el mundo ofrecía en un sentido muy personal. Se sabe que la nobleza tiene muchas más facilidades que la gente pobre, pero Catherine te enseña que no todo es de color de rosa. Todas las vidas parecen tener un lado negativo, pero Catherine está dispuesta a conseguir todo lo que quiere.

Siempre digo que la fantasía conlleva páginas y páginas de explicación, de sentimientos, de descripciones. Eso tiene que gustarte porque si no puede que se te haga pesada la lectura. Este libro está muy bien porque es un libro único. Empiezas y acabas la historia de modo que no importa que un principio sea algo lento porque va a saciar tu hambre de acontecimientos jugosos. Si os gusta Marissa Meyer, creo que este libro os gustará también.

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