Título original: Shadow and Bone.
Saga: Trilogía Sombra y Hueso
Autor/a: Leigh Bardugo.
Editorial: Hidra. (ficha del libro)
Páginas: 432
Fecha de publicación: 2012 (2014 en España)
Hazte con él en: amazon, bookdepository.
Alina Starkov no espera mucho de la vida. Se quedó huérfana después de la guerra y lo único que tiene en el mundo es a su amigo Mal. A raíz de un ataque que recibe Mal al entrar en La Sombra, una oscuridad antinatural repleta de monstruos que ha aislado el país, Alina revela un poder latente que ni ella misma sabía que tenía. Tras ese episodio, Alina es conducida a la fuerza hasta la corte real para ser entrenada como un miembro de los Grisha, un grupo de magos de élite comandado por un individuo misterioso que se hace llamar El Oscuro.
Desde que leí la duología de Seis de Cuervos moría por leer algo más de la autora. Las críticas coincidían en que la trilogía Grisha era genial, aunque todas ponían Seis de Cuervos por encima. Estas navidades me decidí a comprar el primer libro y ahora me encuentro en esa situación horrible en la que acabas un libro y no sabes que hacer con tu vida porque no tienes el siguiente a mano.
Sombra y Hueso está ambientado en el mismo mundo que vimos en Seis de Cuervos, solo que la guerra que allí se menciona de vez en cuando es la que estamos viviendo ahora. Alina Starkov es una muchacha aparentemente normal que forma parte del Primer Ejército junto con su mejor amigo Mal y sus demás integrantes. El ejército, obviamente, marcha hacia la guerra y para llegar a su destino tienen que cruzar el peor lugar que existe: La Sombra. La Sombra es como una nube de oscuridad enorme en la que viven unos monstruos terribles: los volcra. Deben cruzarla porque dicha oscuridad divide el territorio. Alina está aterrada por tener que pasar por ahí, pero no duda en intentar salvar a todos aquellos que corren peligro durante el paso, incluído Mal. Como dice la sinopsis, es después de eso cuando es separada de sus conocidos para presentarla ante la corte real como Grisha. No obstante, para añadirle más jugo a la historia, no será una Grisha normal y corriente, pues supondrá la diferencia que todos han estado esperando (y que no os voy a contar, ajá).
Alina comenzará su entrenamiento tardío como Grisha en un palacio junto con otros alumnos. Nuestra protagonista es una muchacha más bien tímida, de forma física tirando a debilucha por sus dificultades para dormir y alimentarse y con ganas de ser de todo menos Grisha. Durante la primera mitad del libro vamos viendo cómo es ese entrenamiento (y la evolución de la protagonista, que da un cambio tremendo en apenas 300 o 400 páginas), vamos conociendo a nuevos personajes (como Genya, una de las sirvientas de la corte que es capaz de cambiar el aspecto de la gente y que estoy prácticamente segura de que os encantará) y, sobre todo, vamos descubriendo qué esconde el mundo de los Grisha: desde qué poderes tienen hasta qué intenciones esconden, pasando, claro está, por su papel en la guerra. El centro de todo esto será El Oscuro, un hombre que, como su nombre indica, controla oscuridad, aunque creo que puedo decir que esto va mucho más allá de lo estrictamente literal. El Oscuro es... bueno, oscuro. Misterioso, inteligente, seguro de lo que quiere, intrigante, ambicioso, astuto. Un personaje que da mala espina, pero buena espina, pero mala espina. Creo que Leigh Bardugo ha hecho un trabajo increíble con este personaje en particular tanto en su construcción como en su desarrollo y forma de mostrarse a lo largo del libro. Puede que este libro me parezca más simple que Seis de Cuervos, pero sin duda Leigh Bardugo tiene un don para los personajes.
Sobre personajes poco más queda por decir. Tal vez mencionar algunos nombres de relevancia como Baghra, encargada de entrenar el poder de Alina; Botkin, encargado de su entrenamiento físico; Zoya, que no nos da una primera impresión demasiado buena (representada en la imagen de la derecha); y la ya mencionada Genya, puede que la única amiga de la protagonista a parte de Mal, fiel, sincero y gracioso. Me pararía a desarrollar a este último, a decir que me ha sorprendido su forma y su papel pero, sinceramente, esto me ha pasado con prácticamente todos los personajes (por no decir todos). Eso sí, un personaje del que creo que puede sacarse mucho jugo en los libros siguientes es el sacerdote que persigue a Alina por los rincones. Creo (y si no, dejadme con mis teorías) que su personaje puede desarrollar un papel muy importante en esta historia, y eso no hace más que acrecentar las ganas que tengo de seguirla.
Y cómo no voy a querer seguirla si Leigh Bardugo ha tenido mi corazón en un puño durante casi toda la lectura. Al principio estaba bien porque me encantaba descubrir cosas sobre los Grisha y ver cómo Alina avanzaba y aceptaba su destino. Pero después, DESPUÉS, las cosas empiezan a ponerse interesantes y a coger un rumbo que no esperaba. Igual soy yo, pero a mí me pilló desprevenida. Una parte de eso que os digo es el romance (porque ya sabemos todos y todas que parece que no existe historia sin romance) y la otra el giro argumental. Me ha encantado el rumbo que ha cogido el romance en este libro. Porque me ha vuelto loca, porque me ha hecho sonreír como una idiota y porque me ha hecho llorar también. Porque me encanta leer y que me hagan sentir. Estar leyendo y que se me encoja el pecho, que se me escape un grito (gritito, porque últimamente leo de madrugada), que se me salten las lágrimas. ¿No habéis leído demasiados romances vacíos, sin sentido? Pues yo creo que Leigh Bardugo podría darle sentido a cualquier cosa. Escribiría dos frases sobre ello y te lo creerías como si fuese la verdad absoluta. El giro argumental, por su parte, me ha sorprendido porque no sabía cuándo ni cómo iba a llegar. Cuando ha llegado no lo esperaba así que aún me ha golpeado más. El tema de encontrar una historia predecible o no ya depende de cada uno porque o te lo esperas o no te lo esperas. No hay teoría que valga aquí.
Además (otro punto a favor para la autora. Qué novedad, ¿verdad?) el libro se lee solo. Prácticamente no he tenido tiempo para leer con los exámenes y aún así me ponía y la cosa fluía por sí sola. No era nada lento ni precipitado, todo avanzaba a un ritmo perfecto. Y con esto cabe destacar, y mucho, la ambientación del libro. Os digo que leéis este libro y lo cerráis pensando que lo más normal del mundo es ser Grisha (entendéis lo que quiero decir, supongo). El caso es que a la autora no se le escapa nada. Todo viene bien explicadito desde el principio como si fuese un manual de instrucciones para entender el universo Grisha al completo. En un solo libro te enteras de la guerra, de los poderes que tiene cada Grisha, de las jerarquías que existen entre ellos y los campesinos, y entre ellos mismos (que son muchas), de los roles que desarrolla cada uno. Etcétera, etcétera. Y lo mejor de todo es que nada de todo eso se hace pesado. Como decía, el libro se lee solo, es todo súper armónico.
Y, para terminar, mencionar que el final me ha parecido más que bueno, ¡ME HA ENCANTADO! No sabía cómo terminaría. Leía y leía y yo seguía completamente ciega. Además me ocurría que quedaban muy pocas páginas y la cosa no parecía concluir. ¡Y yo no tenía ni idea de nada! Las cosas entre los personajes se ponen de un intenso indescriptible. Pero bueno, no todo es sufrimiento. Casi todo, sí, pero siempre nos quedarán esos momentos bonitos de inocencia en los que pensamos que las cosas pueden salir bien. Ahora solo me queda esperar a conseguir el siguiente libro porque el final lo deja todo en el aire y yo necesito saber qué pasa con esta tropa.
 |
| Art by PhantomRin |
Alina comenzará su entrenamiento tardío como Grisha en un palacio junto con otros alumnos. Nuestra protagonista es una muchacha más bien tímida, de forma física tirando a debilucha por sus dificultades para dormir y alimentarse y con ganas de ser de todo menos Grisha. Durante la primera mitad del libro vamos viendo cómo es ese entrenamiento (y la evolución de la protagonista, que da un cambio tremendo en apenas 300 o 400 páginas), vamos conociendo a nuevos personajes (como Genya, una de las sirvientas de la corte que es capaz de cambiar el aspecto de la gente y que estoy prácticamente segura de que os encantará) y, sobre todo, vamos descubriendo qué esconde el mundo de los Grisha: desde qué poderes tienen hasta qué intenciones esconden, pasando, claro está, por su papel en la guerra. El centro de todo esto será El Oscuro, un hombre que, como su nombre indica, controla oscuridad, aunque creo que puedo decir que esto va mucho más allá de lo estrictamente literal. El Oscuro es... bueno, oscuro. Misterioso, inteligente, seguro de lo que quiere, intrigante, ambicioso, astuto. Un personaje que da mala espina, pero buena espina, pero mala espina. Creo que Leigh Bardugo ha hecho un trabajo increíble con este personaje en particular tanto en su construcción como en su desarrollo y forma de mostrarse a lo largo del libro. Puede que este libro me parezca más simple que Seis de Cuervos, pero sin duda Leigh Bardugo tiene un don para los personajes.
 |
| Art by PhantomRin |
Sobre personajes poco más queda por decir. Tal vez mencionar algunos nombres de relevancia como Baghra, encargada de entrenar el poder de Alina; Botkin, encargado de su entrenamiento físico; Zoya, que no nos da una primera impresión demasiado buena (representada en la imagen de la derecha); y la ya mencionada Genya, puede que la única amiga de la protagonista a parte de Mal, fiel, sincero y gracioso. Me pararía a desarrollar a este último, a decir que me ha sorprendido su forma y su papel pero, sinceramente, esto me ha pasado con prácticamente todos los personajes (por no decir todos). Eso sí, un personaje del que creo que puede sacarse mucho jugo en los libros siguientes es el sacerdote que persigue a Alina por los rincones. Creo (y si no, dejadme con mis teorías) que su personaje puede desarrollar un papel muy importante en esta historia, y eso no hace más que acrecentar las ganas que tengo de seguirla.
Y cómo no voy a querer seguirla si Leigh Bardugo ha tenido mi corazón en un puño durante casi toda la lectura. Al principio estaba bien porque me encantaba descubrir cosas sobre los Grisha y ver cómo Alina avanzaba y aceptaba su destino. Pero después, DESPUÉS, las cosas empiezan a ponerse interesantes y a coger un rumbo que no esperaba. Igual soy yo, pero a mí me pilló desprevenida. Una parte de eso que os digo es el romance (porque ya sabemos todos y todas que parece que no existe historia sin romance) y la otra el giro argumental. Me ha encantado el rumbo que ha cogido el romance en este libro. Porque me ha vuelto loca, porque me ha hecho sonreír como una idiota y porque me ha hecho llorar también. Porque me encanta leer y que me hagan sentir. Estar leyendo y que se me encoja el pecho, que se me escape un grito (gritito, porque últimamente leo de madrugada), que se me salten las lágrimas. ¿No habéis leído demasiados romances vacíos, sin sentido? Pues yo creo que Leigh Bardugo podría darle sentido a cualquier cosa. Escribiría dos frases sobre ello y te lo creerías como si fuese la verdad absoluta. El giro argumental, por su parte, me ha sorprendido porque no sabía cuándo ni cómo iba a llegar. Cuando ha llegado no lo esperaba así que aún me ha golpeado más. El tema de encontrar una historia predecible o no ya depende de cada uno porque o te lo esperas o no te lo esperas. No hay teoría que valga aquí.
Además (otro punto a favor para la autora. Qué novedad, ¿verdad?) el libro se lee solo. Prácticamente no he tenido tiempo para leer con los exámenes y aún así me ponía y la cosa fluía por sí sola. No era nada lento ni precipitado, todo avanzaba a un ritmo perfecto. Y con esto cabe destacar, y mucho, la ambientación del libro. Os digo que leéis este libro y lo cerráis pensando que lo más normal del mundo es ser Grisha (entendéis lo que quiero decir, supongo). El caso es que a la autora no se le escapa nada. Todo viene bien explicadito desde el principio como si fuese un manual de instrucciones para entender el universo Grisha al completo. En un solo libro te enteras de la guerra, de los poderes que tiene cada Grisha, de las jerarquías que existen entre ellos y los campesinos, y entre ellos mismos (que son muchas), de los roles que desarrolla cada uno. Etcétera, etcétera. Y lo mejor de todo es que nada de todo eso se hace pesado. Como decía, el libro se lee solo, es todo súper armónico.
Y, para terminar, mencionar que el final me ha parecido más que bueno, ¡ME HA ENCANTADO! No sabía cómo terminaría. Leía y leía y yo seguía completamente ciega. Además me ocurría que quedaban muy pocas páginas y la cosa no parecía concluir. ¡Y yo no tenía ni idea de nada! Las cosas entre los personajes se ponen de un intenso indescriptible. Pero bueno, no todo es sufrimiento. Casi todo, sí, pero siempre nos quedarán esos momentos bonitos de inocencia en los que pensamos que las cosas pueden salir bien. Ahora solo me queda esperar a conseguir el siguiente libro porque el final lo deja todo en el aire y yo necesito saber qué pasa con esta tropa.
Títulos de la trilogía:
Sombra y Hueso
Asedio y Tormenta
Ruina y Ascenso
Más reseñas de la autora:
¡Hola!
ResponderEliminarJoe, pues sí que te ha gustado jaja :D Me alegro. A mí me decepcionó un poco, precisamente los personajes me parecían súper vistos y no me caían especialmente bien. El único que me llamaba era el Oscuro y al final tampoco se indaga tanto en él.
¡besos!
Estoy como loca por leer este libro, a ver si lo consigo prontito. Un besote :)
ResponderEliminarAyyyy tengo muchas ganas de leer a esta autora, a ver si pillo esta trilogía antes que Seis de Cuervos ^^
ResponderEliminar¡Un beso!
Ay, ¡Seis de Cuervos te encantará! Este primer libro ha estado muy bien y creo que es perfecto para adentrarse en el mundo que crea Leigh Bardugo. Totalmente recomendado (sobre todo porque hay bastantes lectores que coinciden en que al leer SoC sin haber leído estos libros se pierden un poco al principio con tanto nombre y tanta cosa xd).
Eliminar¡Besotes! Me encanta verte por aquí :3