Título original: Anna and the Swallow Man.
Saga: Libro único.
Autor/a: Gavriel Savit.
Editorial: Plaza y Janés. (ficha del libro) ¡Hazte con él en amazon!
Páginas: 248.
Fecha de publicación: 2016.
Un mundo en guerra...
Un peligroso viaje...
Una amistad por encima de todo.
Cracovia, 1939. Un millón de soldados en marcha y mil perros ladrando. No es lugar para crecer.
Anna tiene solo siete años el día en que los alemanes se llevan a su padre, profesor de lingüística, durante la purga de intelectuales en Polonia. Está sola cuando se encuentra con el Hombre Golondrina, un astuto embaucador, alto y extraño con más de un as en la manga.
Cuando el misterioso individuo consigue que una bella y brillante golondrina se pose en la mano de Anna para que esta deje de llorar, la niña se queda embelesada y decide seguirlo.
A lo largo del viaje, Anna y el Hombre Golondrina esquivarán bombas y soldados, e incluso harán amigos. Pero en un mundo que se ha vuelto loco todo puede constituir un peligro. Incluso el Hombre Golondrina.
Cuando leí la sinopsis de este libro, supe que tenía que leerlo. Me parecía muy extraña, la mirase por donde la mirase, y eso me inspiraba una curiosidad que solo podía saciar leyendo. En cuanto a la temática de la historia, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, éste era un libro que sabía que me iba a gustar. Y no me refiero al verbo gustar de forma que me gustase lo que sucede, lo que se dice o lo que se hace. Me refiero al verbo gustar en un sentido tan amplio que sería incapaz de describirlo. Todos y todas somos conscientes de lo que seguramente sucederá en esta historia (aunque seguramente nos equivocaremos, supongamos lo que supongamos) pero lo que a mí me empujaba a seguir leyendo no era el destino de los personajes, sino el mío propio. Éste es un libro que lees porque te gusta leer, porque conforme avanzas te das cuenta de lo que son capaces de transmitir las palabras. Creo firmemente que, si lees este libro, acabarás recomendándolo (o empezarás, como estoy haciendo yo).
Anna es una niña risueña e inteligente, sabedora de muchos idiomas y muy espabilada para tener tan solo siete años. Como bien se dice en la sinopsis, los alemanes se llevan a su padre durante la purga de intelectuales, de manera que la niña se queda sola en el mundo, puesto que no tiene familia a la que recurrir y el hombre con que su padre la dejó peca de cobardía, o de superviviente, y la deja sola, al amparo de lo que venga. Y lo que viene es ni más ni menos que el Hombre Golondrina. ¿Y no os causa curiosidad éste nombre? Por más que intentaba crearme una imagen de él en mi cabeza, no era capaz de conseguirlo. Y no lo he sido del todo durante la lectura. El Hombre Golondrina es un ser extraño, también sabedor de muchas lenguas y con dotes cruciales para la supervivencia tanto suya como de la niña. La opinión que he ido formándome sobre el Hombre Golondrina ha sido cada vez más confusa. Un hombre que deja que Anna le siga en el viaje más difícil de su vida, que no muestra afecto alguno (excepto en alguna ocasión puntual, siendo éste un leve atisbo de él) y que resulta tan distante, que me lo ha llegado a transmitir de verdad. Durante su camino, saliendo de Cracovia para llegar a la frontera con Rusia, Anna y el Hombre Golondrina conocen a mucha gente, aunque siempre están solos, y la niña empieza a crecer en un mundo que ha dejado de ser humano.
Las palabras de Gavriel Savit te muestran y transmiten los pensamientos y sentimientos de Anna de una forma abrumadora. Anna crece mental y físicamente, y tú creces con ella. El libro está narrado en tercera persona, aunque siempre desde el punto de vista de la niña, de manera que eres testigo del viaje tanto desde dentro como desde fuera, pues siempre sabrás qué piensa Anna en cada momento. El Hombre Golondrina se comporta como un padre y como un desconocido, a la vez, con Anna, de manera que vemos cómo es capaz de explicarle a una niña tan pequeña las cosas que están sucediendo en el mundo de manera que lo comprenda, sin decirle realmente las atrocidades que se están cometiendo. Ella, por supuesto, irá aprendiendo durante el viaje, se dará cuenta, ella misma, de su propio crecimiento, desde el principio hasta el final.
Y hablando del final, aquí sí que no podía parar de leer. Por las palabras del autor, que tan hondo me calaban, pero también por los sucesos de la historia. En el momento de mayor debilidad de los protagonistas, sus papeles se verán alterados para vivir el que será el peor momento de sus vidas (el de Anna, al menos). Del Hombre Golondrina no sabemos mucho, pero no hace falta. Creo que este libro es un libro para pensar largo rato después de haberlo leído, sobre todo si tienes que escribir sobre él luego. El final, como siempre digo, es como tiene que ser. ¿Quieres saber más sobre el Hombre Golondrina? Lo siento, ésta historia es la historia de Anna. Ella nos la cuenta, así que no podemos saber más de lo que ella sabe. ¿Y por qué quieres saber más de él? ¿Acaso importa? Quiero decir, no estás leyendo la aventura de ningún héroe con poderes sobrenaturales. Sabes perfectamente cómo acaba, por mucho que no esté escrito con las palabras que desearías. En mi opinión, leer este libro me ha llenado un poquito más por dentro, y se lo recomendaría a cualquiera, porque no hay edad que se le escape.
¿Lo habéis leído o tenéis intención de hacerlo?
¡Hola!
ResponderEliminarEsta es la segunda reseña positiva que leo, pero no me llama nada, así que de momento lo voy a dejar pasar... Me alegro de que lo hayas disfrutado :D
Saludos ;)
Llevo ya algunos días viendo reseñas y recomendaciones de este libro en la red. Después de leer la tuya, me lo apunto definitivamente :)
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