Reseña: Diez.

Título: Diez.
Título original: Ten.
Saga: Libro único.
Autor/a: Gretchen McNeil.
Editorial: Maeva Young.
Páginas: 355.
Fecha de publicación: 2012.

¡Shhhh!

¡No se lo digas a nadie!

Fiesta en White Rock House, en Henry Island.

Si te la pierdes, te arrepentirás el resto de tu vida.

Meg y Minnie reciben una misteriosa invitación a una fiesta en una exclusiva isla y no dudan en mentir a sus padres para poder ir. Pero cuando llegan a la mansión de los Cliff y conocen a los otros ocho invitados, Meg sospecha que algo no va bien. El único DVD que hay en la casa contiene un misterioso vídeo y un siniestro mensaje: La venganza es mía...

El primer cadáver parece un suicidio, pero cuando as muertes se empiezan a suceder, y ven que no hay forma de salir de la isla ni de contactar con nadie del exterior, Meg comprende que el mensaje iba en serio. ¿Podrán ella y Minnie escapar con vida?

Diez es un libro que tenía bastantes ganas de leer, a decir verdad. No obstante, la impresión que me he llevado de él ha sido bastante... plof, por decirlo de alguna manera. Vayamos por partes.

El argumento es poco original, pero creo que es lo de menos porque en un thriller de asesinatos lo que te interesa es básicamente el misterio y la intriga que éste esconda. En ese sentido, no está nada mal y, de hecho, la parte buena de esta reseña se va a basar en eso, y en eso nada más.

Nuestra protagonista, Meg, y su mejor amiga Minnie, son invitadas a una súper fiesta de la chica más súper popular en una isla. Mienten a sus padres para poder ir {¿topicazo? ¿dónde?} por lo que nadie, excepto los integrantes de la fiesta, sabe de su paradero. Meg es una chica inteligente, y para nada de fiestas, pero por Minnie iría al infierno. Minnie, por otra parte, es todo lo contrario, por no hablar de cierto trastorno bipolar que lleva más loca a Meg que a ella misma. La relación entre las protagonistas es enfermiza hasta decir basta y Meg se gana el cielo noventa veces por minuto con esa chica. El problema me llega cuando conocemos a los demás invitados de la fiesta, que son un total de diez (fiestón, vamos). De estos diez sólo destacaré a T. J. Fletcher, chico por el que suspiran tanto Meg como Minnie. El tema de este chico es lo que me ha venido torturando durante toda la lectura. Entiendo que estés enamorada, pero tía, está muriendo gente.

Sigamos... Al poco de estar en la casa encuentran un DVD que promete venganza y, obviamente, nadie sabe a qué viene. Poco después empiezan las muertes y Meg se ve metida, sin comerlo ni beberlo, en un gran berengenal. Ella es quien se sorbe los sesos para descubrir qué está pasando en esa isla, pues lo que está pasando es de todo menos normal {¡no me digas, Meg!}. 

¡Cuidado! Lo siguiente podría suponer un spoiler, al modo de ver de algunos/as.

El argumento del libro viene a resumirse de esa forma, y me hubiese gustado, de no ser por la súper americanada adolescente pastelosa que suponen Meg y T. J. O sea, encuentras cadáveres, en plural, ¡y te empiezas a liar con el chaval! ¿Hola???? En ese sentido, el libro me ha sacado de mis casillas en numerosas ocasiones hasta decir basta. 

Fin "spoiler".

Diez es un libro que pintaba muy bien pero que ha terminado siendo algo muy del montón. La mejor parte, sin duda, se la lleva el final que, para variar un poco la lectura, me ha llegado a sorprender porque ha deshecho todas mis sospechas {aunque ha seguido siendo un topicazo}. Diez es un libro que recomiendo si no eres un apasiado/a del género, porque deja mucho que desear. No hay forma de conectar con los personajes y el libro puede definirse con una sola palabra: tópico. ¿Te gustan los tópicos? Léelo. Si crees que el argumento lo merece, dale una oportunidad. Yo lo hice. No me arrepiento, pero no es para nada lo que promete ser en un principio.

¿Qué os parece? ¿Os atrae la historia?