Título original: Alianzas.
Saga: Secretos de la Luna Llena #1
Autor/a: Iria G. Parente y Selene M. Pascual.
Editorial: LaGalera Young. (ficha del libro)
Páginas: 652.
Fecha de publicación: 2016 (reedición de LaGalera)
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Érase una vez un apuesto príncipe...
Érase una vez dos valientes princesas...
Érase una vez un enigmático trovador...
Érase una vez la guerra que unió sus destinos para siempre.
Bienvenido a Faesia, una tierra donde los cuentos de hadas no son lo que parecen y los secretos se esconden tras la luna llena.
¡Las ganas que yo tenía de estrenarme con estas autoras! Y ciertamente no lo hacía porque no sabía por dónde empezar. Con tres historias empezadas, ya me diréis cómo iba a hacer para decidirme. No obstante, tuve algo de suerte y tomaron la decisión por mí, pues gané este libro en un sorteo, así que aquí me encuentro ahora. A veces pasa, cuando reseño, que me da por empezar por el final. Hoy es una de esas veces, ¡TENÉIS QUE LEER ES LIBRO SI NO LO HABÉIS HECHO YA! Sí, claro y conciso, al grano, sin titubeos. Leed. El. Libro. ¿Y por qué? Pues a eso voy. Solo diré que corrí a comprar el segundo antes de terminar este porque tenía que seguir sí o sí con esta historia.
Alianzas nos cuenta la historia que une a Eirene y Fay, primas y princesas (la primera de Nryan; la segunda de Veridian), de Seaben, príncipe de Lothaire, y Lowell, caballero y mujeriego donde los haya, y de Drake, un humilde trovador lleno de secretos con forma de canciones y un alma con la silueta de un laúd. El nexo común entre todos ellos, a parte de las relaciones que se van entretegiendo, será Mab de Lothaire, madre de Seaben y reina malvada donde las haya. No todo el mundo piensa esto, pues Mab de Lothaire tiene las espaldas bien cubiertas, pero para otros reinos no es ningún secreto la verdadera cara de la reina. Por otra parte, nos encontramos con distintas razas, encontrando elfos, como Eirene y Fay (Nryan y Veridian); hadas, como Seaben y Lowell, con poderes mentales además (Lothaire); hechiceros, como Drake (Astrea); y humanos (Anderia). La guerra se desarrolla a su alrededor, aunque los elfos son los únicos que no están metidos de forma directa en el conflicto entre Mab de Lothaire y sus oscuras ambiciones. Por terminar con esta pequeña introducción, cada reino mencionado se une formando Faesia, de la cual he de decir que me ha gustado mucho su ambientación. Creo que las descripciones que hace cada personaje hacen que sí puedas meterte de lleno en el escenario, y esto es un gran punto a favor.
Eirene y Fay llegan un buen día a Lothaire a causa de la incipiente unión de la propia Fay con el príncipe, y es que se ha concertado un matrimonio que una ambos reinos en beneficio de los mismos frente a la vigente guerra con los humanos y los hechiceros. ¿Qué ocurre? Pues que nada sale como se había previsto. Fay debía casarse con el príncipe, debía darle hijos, los príncipes debían unirse por sus reinos sin importar sus propios sentimientos. Y es que de eso va la cosa, porque nadie ha tenido en cuenta los sentimientos de ambos príncipes para concertar una unión que ninguno de los dos desea. Todo el libro gira alrededor de esta boda porque todo tiene que ver con ello. La boda será la alianza que haga más fuerte a Mab y que la acerque todavía más a su objetivo (secreto, oscuro y que me inspira muchísima curiosidad). Que las cosas no salgan como preveían no implica que la boda quede de lado, no olvidemos que está en el centro de la historia. Y es que la alianza debe forjarse sí o sí, o probarán la ira de la grandísima Mab de Lothaire. Con lo que no contaba la reina era con Eirene, que demuestra no ser la princesa que todos esperan o creen que debe ser. Eirene es salvaje, nada recatada, descarada y con pocas pretensiones a un trono que supone más una cárcel que otra cosa. No obstante, sabe cuál es su deber e, igual que el de su prima es casarse, el suyo es asumir su responsabilidad y subir al trono de Nryan como reina, en sustitución de su padre. Pero claro, ¿conviene esto al rey de Nryan? ¿Y a Mab? Veréis que en este libro hay muchos más secretos de los que parece, que está lleno de estrategias crueles y dolorosas traiciones. Todo el mundo (absolutamente todo) tiene algo que esconder, desde miedos hasta actos cuanto menos reprochables (en lo cual no quiero ahondar porque si no lo descubrís por vosotros mismos, ¿qué gracia tiene? Dejémoslo en que son actos que merecen ser leídos, que no os esperaréis).
¿Y quiénes son en realidad todos estos personajes? Como supondréis, Lowell no es un simple caballero. Drake no es un simple trovador. Seaben no es la marioneta de Mab que todos creen que es. Fay es más que una princesa asustada y sumisa. Y Eirene... Eirene quiere mostrar la seguridad de una reina pero sigue siendo una niña. Entre todos ellos se forjan un tipo de relación más fuerte y compleja de lo que imaginamos, más allá de simples amoríos o amistades y enemistades. El sentimiento va mucho más allá para todos. Para ellos y sus respectivos reinos, para los príncipes y sus familias. Para el propio trovador y su misión... Todo está enredado en una historia que te atrapa hasta el mismísimo final.
Algo que me ha encantado, a parte de todos y cada uno de los personajes (aunque no me caiga nada bien Drake), es la forma de contarnos la historia. ¿Cuántas veces habré dicho que me encanta conocer los sucesos desde todos los frentes posibles? ¿Cuántas veces he dicho que me encantan las historias con muchos puntos de vista? Pues he aquí la multiplicidad de narradores. Una de las narraciones más interesantes es la de Drake, que le cuenta la historia a su laúd y tú, como lector, solo lees lo que él quiere confesarle a su más preciado amigo. Es cierto que siempre cuesta un pelín hacerse a ello, y más en este tipo de libros. Elfos, hechiceros, hadas, humanos. Cuatro reinos distintos, algunos en guerra, con reyes distintos y distintas constumbres. Muchos nombres y varias historias dentro de una sola. Sí, hay que hacerse a ello, pero es precisamente por tener tantas cosas y resultar más complejo de lo que parece que me encanta este género literario. He de decir que sí, es fantasía, y sí, me encanta, pero este libro es puro romance. Romance y dudas y pensamientos confusos y personajes atormentados porque no saben qué decir, pensar o hacer. ¿La beso? ¿No la beso? ¿Por qué la he besado? Solo puedo recordar el beso. Qué decir, así es, pero me encanta. Es un romance, pero también es aventura, es misterio, magia. Es muchas cosas, aunque el romance siempre esté ahí porque es parte fundamental de la historia. No olvidéis el legendario poder de un beso de amor verdadero.
Si algo hace atractiva esta historia, obviando personajes, trama y dramazo, es la forma de narrar de las autoras. No es nada fácil transmitir tantas cosas con las palabras, menos aún con tantos personajes, personalidades que crear, mundos que decubrir e historias que desarrollar. Iria y Selene consiguen esto y mucho más, tanto por el vocabulario que utilizan (nada demasiado complejo) como por la forma de narranos cada parte, siempre en presente, como si lo viviésemos. De verdad llegan a cautivarte con sus personajes, con la complejidad de sus personalidades y con el misterio que encierra el argumento entorno a la guerra que siempre está presente. Todos son diferentes y todos se complementan de alguna manera. Son necesarios y solo la falta de uno de ellos descompensaría todo lo demás.
Por otro lado, no quiero terminar de escribir esta reseña sin hablar de los villanos y de algunos secundarios. Mab me ha resultado, a riesgo de sonar repetitiva, más compleja de lo que puede parecer a simple vista. Con sus actos y palabras me ha recordado a Levana, de las Crónicas Lunares, y no sabéis cuánto me gusta ese personaje. Mab puede llegar a convertirse en uno de mis personajes favoritos en estos libros, veremos qué ocurre en los siguientes. Por introducírosla un poco, la reina tiene los poderes de todo feérico: poderes mentales. Pueden meterse en tu mente, leerla, destrozarla. Y, al parecer, es la más poderosa de los de su especie. Y de todo Faesia, según dicen. Como villano, si es que merece que lo llamemos así, también encontramos a Ibran, rey de Nryan y padre de Eirene. No es ningún secreto que ese hombre no es de fiar, pues echó a su propia hija del reino con su madre recién fallecida y la propia Eirene no lo describe con buenas palabras cada vez que su nombre sale a colación. No le llega a Mab ni a la suela de los zapatos, pero es un señor que se ganará vuestro desprecio (o eso creo). Los secundarios que introducía son Sylvana y Chryses, la primera tiene ganada la confianza de la princesa Eirene, mientra que el segundo tiene la del príncipe Seaben. Ambos tienen secretos escondidos muy dentro de sí mismos, secretos que me muero por descubrir.
Este libro es más que la historia de una guerra eterna entre reinos. Es la historia de sus personajes. De Lowell, que es mucho más que un hombre correteando detrás de unas faldas. De Seaben, que no está tan domado por la tirana de su madre como parece. De Fay, que tiene más sangre en las venas de lo que muchos piensan. De Drake, aferrado siempre a su laúd y a sus sueños, mucho más reales y complejos de lo que nadie cree. Y de Eirene, la niña que se empeña en mostrar una fortaleza que no sabe que en realidad sí tiene. Todos se creen débiles, ninguno lo es. Pero solo podréis saberlo a ciencia cierta leyéndolo. Por mi parte ya estoy enfrascada en el segundo libro y, precisamente el tema del romance, me tiene con el corazón en un puño contínuamente. ¡DRAMA!
PD: Tengo que aplaudir la edición, porque no lo he dicho pero es súper, SÚPER, bonita. A parte del diseño de la portada, que destaca por lo precioso que es, por dentro también es una maravilla. Las imágenes que he adjuntado son las cabeceras de los capítulos, que anuncian qué personaje va a narrar con un diseño que combina su nombre y un rasgo de su personalidad. ¡ES QUE ES GENIAL!
¿Y quiénes son en realidad todos estos personajes? Como supondréis, Lowell no es un simple caballero. Drake no es un simple trovador. Seaben no es la marioneta de Mab que todos creen que es. Fay es más que una princesa asustada y sumisa. Y Eirene... Eirene quiere mostrar la seguridad de una reina pero sigue siendo una niña. Entre todos ellos se forjan un tipo de relación más fuerte y compleja de lo que imaginamos, más allá de simples amoríos o amistades y enemistades. El sentimiento va mucho más allá para todos. Para ellos y sus respectivos reinos, para los príncipes y sus familias. Para el propio trovador y su misión... Todo está enredado en una historia que te atrapa hasta el mismísimo final.
Algo que me ha encantado, a parte de todos y cada uno de los personajes (aunque no me caiga nada bien Drake), es la forma de contarnos la historia. ¿Cuántas veces habré dicho que me encanta conocer los sucesos desde todos los frentes posibles? ¿Cuántas veces he dicho que me encantan las historias con muchos puntos de vista? Pues he aquí la multiplicidad de narradores. Una de las narraciones más interesantes es la de Drake, que le cuenta la historia a su laúd y tú, como lector, solo lees lo que él quiere confesarle a su más preciado amigo. Es cierto que siempre cuesta un pelín hacerse a ello, y más en este tipo de libros. Elfos, hechiceros, hadas, humanos. Cuatro reinos distintos, algunos en guerra, con reyes distintos y distintas constumbres. Muchos nombres y varias historias dentro de una sola. Sí, hay que hacerse a ello, pero es precisamente por tener tantas cosas y resultar más complejo de lo que parece que me encanta este género literario. He de decir que sí, es fantasía, y sí, me encanta, pero este libro es puro romance. Romance y dudas y pensamientos confusos y personajes atormentados porque no saben qué decir, pensar o hacer. ¿La beso? ¿No la beso? ¿Por qué la he besado? Solo puedo recordar el beso. Qué decir, así es, pero me encanta. Es un romance, pero también es aventura, es misterio, magia. Es muchas cosas, aunque el romance siempre esté ahí porque es parte fundamental de la historia. No olvidéis el legendario poder de un beso de amor verdadero.
Si algo hace atractiva esta historia, obviando personajes, trama y dramazo, es la forma de narrar de las autoras. No es nada fácil transmitir tantas cosas con las palabras, menos aún con tantos personajes, personalidades que crear, mundos que decubrir e historias que desarrollar. Iria y Selene consiguen esto y mucho más, tanto por el vocabulario que utilizan (nada demasiado complejo) como por la forma de narranos cada parte, siempre en presente, como si lo viviésemos. De verdad llegan a cautivarte con sus personajes, con la complejidad de sus personalidades y con el misterio que encierra el argumento entorno a la guerra que siempre está presente. Todos son diferentes y todos se complementan de alguna manera. Son necesarios y solo la falta de uno de ellos descompensaría todo lo demás.
Por otro lado, no quiero terminar de escribir esta reseña sin hablar de los villanos y de algunos secundarios. Mab me ha resultado, a riesgo de sonar repetitiva, más compleja de lo que puede parecer a simple vista. Con sus actos y palabras me ha recordado a Levana, de las Crónicas Lunares, y no sabéis cuánto me gusta ese personaje. Mab puede llegar a convertirse en uno de mis personajes favoritos en estos libros, veremos qué ocurre en los siguientes. Por introducírosla un poco, la reina tiene los poderes de todo feérico: poderes mentales. Pueden meterse en tu mente, leerla, destrozarla. Y, al parecer, es la más poderosa de los de su especie. Y de todo Faesia, según dicen. Como villano, si es que merece que lo llamemos así, también encontramos a Ibran, rey de Nryan y padre de Eirene. No es ningún secreto que ese hombre no es de fiar, pues echó a su propia hija del reino con su madre recién fallecida y la propia Eirene no lo describe con buenas palabras cada vez que su nombre sale a colación. No le llega a Mab ni a la suela de los zapatos, pero es un señor que se ganará vuestro desprecio (o eso creo). Los secundarios que introducía son Sylvana y Chryses, la primera tiene ganada la confianza de la princesa Eirene, mientra que el segundo tiene la del príncipe Seaben. Ambos tienen secretos escondidos muy dentro de sí mismos, secretos que me muero por descubrir.
Este libro es más que la historia de una guerra eterna entre reinos. Es la historia de sus personajes. De Lowell, que es mucho más que un hombre correteando detrás de unas faldas. De Seaben, que no está tan domado por la tirana de su madre como parece. De Fay, que tiene más sangre en las venas de lo que muchos piensan. De Drake, aferrado siempre a su laúd y a sus sueños, mucho más reales y complejos de lo que nadie cree. Y de Eirene, la niña que se empeña en mostrar una fortaleza que no sabe que en realidad sí tiene. Todos se creen débiles, ninguno lo es. Pero solo podréis saberlo a ciencia cierta leyéndolo. Por mi parte ya estoy enfrascada en el segundo libro y, precisamente el tema del romance, me tiene con el corazón en un puño contínuamente. ¡DRAMA!
PD: Tengo que aplaudir la edición, porque no lo he dicho pero es súper, SÚPER, bonita. A parte del diseño de la portada, que destaca por lo precioso que es, por dentro también es una maravilla. Las imágenes que he adjuntado son las cabeceras de los capítulos, que anuncian qué personaje va a narrar con un diseño que combina su nombre y un rasgo de su personalidad. ¡ES QUE ES GENIAL!
Títulos de las autoras:
Alianzas
Encuentros
Sueños de Piedra
Títeres de la Magia
Ladrones de Libertad
Rojo y oro
Ay, me alegro mucho de que te hayas sumergido por fin en una de las historias de estas autoras tan fantásticas ^^. Por mi parte sólo he leído las dos primeras partes de la saga Marabilia, ademas de Rojo y Oro, y te los recomiendo porque no tienen desperdicio (sobre todo este último, para mí es el mejor en cuanto a evolución como escritoras, aunque mi preferido siempre será Sueños de Piedra). Muy buena reseña y a ver cuando me pongo con la trilogía ^^
ResponderEliminarAla, o sea que los que no has leído son precisamente los que estoy leyendo jajaja! Viendo cuánto me están gustando estos, lo más seguro es que me lance con los demás libros de las autoras. Aunque todavía no sé si hacerme con Sueños de Piedra o con Rojo y Oro :D
EliminarA mi personalmente, me gustó mucho más sueños de piedra, en rojo y oro hay mucho dolor, pero muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho, sufres con los personajes porque es una historia realmente cruda, a veces, este sufrimiento me parecía hasta un poco gratuito aunque eso no quita que esté bien escrita
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