¡Hola, sinsajetes! Hoy os traigo la actualización de La Terreta de este mes (¡más vale tarde que nunca!). Cuando abrí la sección dije que subiría un autor español, o de habla hispana, al mes. Todos hasta ahora han sido españoles pero hoy os traigo El fuego verde, de Verónica Murguía, mexicana. ¡Espero que os guste!
Título: El fuego verde.
Título original: El fuego verde.
Saga: Libro único.
Autor/a: Verónica Murguía.
Editorial: Ediciones SM. (ficha del libro) ¡Hazte con él en Amazon!
Páginas: 219.
Fecha de publicación: Reeditado por SM en febrero de 2016. (Publicación original en México en 1999)
Título original: El fuego verde.
Saga: Libro único.
Autor/a: Verónica Murguía.
Editorial: Ediciones SM. (ficha del libro) ¡Hazte con él en Amazon!
Páginas: 219.
Fecha de publicación: Reeditado por SM en febrero de 2016. (Publicación original en México en 1999)
Aunque ha nacido en una aldea montañesa, Luned es una criatura del bosque, una niña tierna, terca e indómita que solo quiere correr tras los ciervos y trepar a los árboles. Luned no sabe si existe un lugar para ella, hasta que un cuentero le descubre su verdadera vocación.
Pero en el camino hacia su futuro, Luned ha de sobreponerse al mundo real y al de las leyendas, ambos llenos de belleza y crueldad.
Este libro ha sido mi compañero durante las vacaciones de fallas y semana santa. He tenido poquísimo tiempo para leer (de ahí la tardanza en publicar) pero creo que justo por eso lo he podido disfrutar más. Al principio me resultó algo confuso de leer, pues no llegaba a comprenderlo del todo, leía y no sabía por qué la autora contaba todas esas cosas. Todas esas cosas se resumen en Luned, la protagonista.
Luned es una niña de quince años que vive en un pequeño pueblo y que ama el bosque hasta el punto de sentir que pertenece a él. En los bosques habitan todo tipo de criaturas. Normales, como los jabalíes y los ciervos, pero también sobrenaturales, como las hadas y los elfos. El fuego verde nos enseñará que los seres de los bosques (hadas, elfos y demás) no son tan buenos como todos pensamos. Son astutos, egoístas e inmortales. Luned ama el bosque y sus criaturas, y su inocencia le lleva a pensar que no habría nada mejor que vivir como ellos; siempre entre los árboles, en su tan querida naturaleza.
Demne es un cuentero que vaga por los pueblos contando y cantando sus historias y será él quien saque a Luned de su pueblo y le enseñe más mundo, lejos de los bosques que tanto ama. Es así como llegan a Corberic, una ciudad rodeada por unos enormes y horribles muros que separan la naturaleza de los humanos de forma tajante. En esa ciudad, la niña es testigo de las peores cosas de las que es capaz el hombre; de la muerte, de la tortura, de la maldad. Todo lo que no hay en los bosques, es lo que hay en Corberic. Pero Luned se forjará como persona gracias a Demne y su viaje, pues durante la novela veremos cómo el personaje evoluciona y descubre cosas nuevas, del mundo y de ella misma.
La inocencia de la protagonista me ha resultado incluso un poco exagerada para tener quince años. No obstante, al final de la novela, la he visto necesaria. Luned te da una lección de humildad y bondad página tras página y a forma que tiene Verónica Murguía de mostrarnos el amor por la vida es maravillosa y digna de leer.
Si te gusta la fantasía, este libro no puede decepcionarte. Es fantasía en estado puro (así lo he sentido yo). Sumergirse entre las páginas de El fuego verde es como andar entre los árboles. La autora transmite a la perfección los sentimientos y sensaciones de la protagonista, además de ofrecernos ricas descripciones que hacen que viajes allá donde Luned se encuentre. Para los amantes de la fantasía, creo que este libro es un precioso viaje. Los personajes son entrañables y fáciles de querer y la pluma es rica y consistente. Por último, creo que leerlo a ratitos ha sido beneficioso para mí, pues tenía poco tiempo y la pequeña aventura que ha supuesto esta historia era idónea para este tipo de ocasión, perfecta para escapar de la rutina. Eso sí, al final no he podido parar de leer. Quería saber más, saber qué decidiría Luned, saber con quién iría y dónde.
En cuanto al final, no he podido evitar buscar críticas al respecto. Algunos/as dicen que es precipitado, pero para mí es... libre, por así decirlo. Te pasas la lectura imaginando un final y si no es como esperas o bien te decepciona profundamente, o bien te encanta, sin punto medio. El final de este libro es como tiene que ser. Creo que algunas personas aún tienen que aprender a leer, ponerse en el lugar del autor y de los personajes y analizar la profundidad de la historia, que en algunas es, precisamente, lo más importante.
¡Y que no se me olvide! Creo que en un libro cuentan todos los factores. Quién lo escribe, cómo, la edición, el formato... La imagen de la cubierta (la nueva de SM) es de Marta Mesa y no puedo no hacer una mención al respecto, aunque sea pequeña. ¡ES PRECIOSA! Y más que eso. La portada está en perfecta armonía con la historia y creo que es un gran trabajo, digno de mención. Siempre se dice que no debemos juzgar un libro por su portada, pero algunas son maravillosas y prácticamente nunca nos paramos a valorarlas.
Este libro ha sido mi compañero durante las vacaciones de fallas y semana santa. He tenido poquísimo tiempo para leer (de ahí la tardanza en publicar) pero creo que justo por eso lo he podido disfrutar más. Al principio me resultó algo confuso de leer, pues no llegaba a comprenderlo del todo, leía y no sabía por qué la autora contaba todas esas cosas. Todas esas cosas se resumen en Luned, la protagonista.
Luned es una niña de quince años que vive en un pequeño pueblo y que ama el bosque hasta el punto de sentir que pertenece a él. En los bosques habitan todo tipo de criaturas. Normales, como los jabalíes y los ciervos, pero también sobrenaturales, como las hadas y los elfos. El fuego verde nos enseñará que los seres de los bosques (hadas, elfos y demás) no son tan buenos como todos pensamos. Son astutos, egoístas e inmortales. Luned ama el bosque y sus criaturas, y su inocencia le lleva a pensar que no habría nada mejor que vivir como ellos; siempre entre los árboles, en su tan querida naturaleza. Demne es un cuentero que vaga por los pueblos contando y cantando sus historias y será él quien saque a Luned de su pueblo y le enseñe más mundo, lejos de los bosques que tanto ama. Es así como llegan a Corberic, una ciudad rodeada por unos enormes y horribles muros que separan la naturaleza de los humanos de forma tajante. En esa ciudad, la niña es testigo de las peores cosas de las que es capaz el hombre; de la muerte, de la tortura, de la maldad. Todo lo que no hay en los bosques, es lo que hay en Corberic. Pero Luned se forjará como persona gracias a Demne y su viaje, pues durante la novela veremos cómo el personaje evoluciona y descubre cosas nuevas, del mundo y de ella misma.
La inocencia de la protagonista me ha resultado incluso un poco exagerada para tener quince años. No obstante, al final de la novela, la he visto necesaria. Luned te da una lección de humildad y bondad página tras página y a forma que tiene Verónica Murguía de mostrarnos el amor por la vida es maravillosa y digna de leer.
¿Cómo, entonces, podría amar sin vacilaciones? ¿Gozar? Tarde o temprano todo sería mío, y perdería todo también... Olvidaría lo que soy. Un ser preso en el tiempo y la carne...
En cuanto al final, no he podido evitar buscar críticas al respecto. Algunos/as dicen que es precipitado, pero para mí es... libre, por así decirlo. Te pasas la lectura imaginando un final y si no es como esperas o bien te decepciona profundamente, o bien te encanta, sin punto medio. El final de este libro es como tiene que ser. Creo que algunas personas aún tienen que aprender a leer, ponerse en el lugar del autor y de los personajes y analizar la profundidad de la historia, que en algunas es, precisamente, lo más importante.
¡Y que no se me olvide! Creo que en un libro cuentan todos los factores. Quién lo escribe, cómo, la edición, el formato... La imagen de la cubierta (la nueva de SM) es de Marta Mesa y no puedo no hacer una mención al respecto, aunque sea pequeña. ¡ES PRECIOSA! Y más que eso. La portada está en perfecta armonía con la historia y creo que es un gran trabajo, digno de mención. Siempre se dice que no debemos juzgar un libro por su portada, pero algunas son maravillosas y prácticamente nunca nos paramos a valorarlas.
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