Reseña: La Isla de los Perdidos (1/?)

Título: La Isla de los Perdidos.
Título original: The Isle of the Lost.
Saga: Los descendientes #1
Autor/a: Melissa de la Cruz.
Editorial: Planeta. (ficha del libro)
Páginas: 314.
Fecha de publicación: 2015.

Hace veinte años, todos los villanos fueron expulsados del reino de Áuradon y confinados en la Isla de los Perdidos, un lugar triste y sombrío del cual es imposible escapar. Despojados de sus poderes mágicos, los villanos viven aislados, olvidados por el resto del mundo.

Pero escondido en la Fortaleza Prohibida está el Ojo del Dragón: la llave hacia la oscuridad total y la única esperanza para los villanos de poder escapar. Solo el villano más malvado, listo y cruel puede encontrarlo. ¿Quién será?

Mal, Evie, Jay y Carlos son la prueba de que aunque vengas de una familia malvada, ser bueno no es tan malo después de todo.

La Isla de los Perdidos me llamó mucho la atención cuando lo vi, y es que a quién lo le llamaría la atención la historia de los hijos de los villanos más famosos de Disney. En concreto seremos testigos de la malvada aventura de Mal, hija de Maléfica, Jay, hijo de Yafar, Evie, hija de La Reina Malvada, y Carlos, hijo de Cruella de Vil. Estos cuatro, que nada tienen en común, verán cómo se unen sus caminos en la búsqueda de algo que, supuestamente, será la llave para salir de la cárcel que supone la isla en la que nacieron. ¿Y qué es esa llave? ¿La encuentran? Adivina. Así pues, el libro se nos narra en tercera persona, centrándose cada capítulo en uno de los cuatro protagonistas. De esta forma, nos damos cuenta de que, aunque ellos nunca lo admitirían, tienen bastantes cosas en común. Empecemos.

El reino de Áuradon es regentado por el rey Bestia y la reina Bella, que están formando a su hijo Ben para heredar el trono, cosa que pasará pronto. Todos viven tranquilos en el reino desde que los villanos fueron encerrados y aislados pero Ben no está del todo contento con ello. Y es que, ¿qué culpa tiene él de haber nacido en un reino perfecto? ¿Y qué culpa tienen los hijos de los villanos de haber nacido bajo aquella cúpula? Podría haber sido él el hijo de un villano, pero no lo es, y esto le da mucho en lo que pensar, sobre todo ahora que el pueblo no parece tan contento como debería estar.

Por otra parte, dentro de la isla, los niños malvados viven una vida sin lujos, sin comodidades y sin una pizca de bondad. El mejor es el que más maldades hace, y, obviamente, ésta es Mal, hija de la grandísima Maléfica. Esto me ha parecido un poco cargante al principio, pues se pasan la mayor parte del libro enseñándonos las condiciones en las que viven los ciudadanos de la isla: básicamente se abastecen de todo lo que no quieren los "buenos", desde cosméticos usados hasta comida podrida. Y esto me ha parecido fatal. ¿Cómo pueden enorgullecerse de ser buenos y tratar los demás como perros? Y aquí es donde entran los pensamientos del príncipe Ben, pues los hijos de los villanos no han hecho nada para estar encerrados y vivir en esas condiciones. ¿Es eso justo?

Para los grandes villanos no hay nada más importante que el poder y cada cual tiene un modo distinto de verlo. Mal se pasa el día haciendo fechorías para intentar contentar a su madre, cosa imposible desde que La Bella Durmiente dejó de dormir. Jay se pasa el día robando cosas para su padre, el ambicioso Yafar, quien nunca está contento porque siempre quiere más. Evie se lo pasa maquillándose y arreglándose para una madre que no sabe pensar en otra cosa que no sea ser la más bella, y ella, como hija suya que es tiene que estar siempre perfecta, cosa que para los ojos de su madre nunca es así. Por último, Carlos es el criado de su madre (su perro, podríamos decir) y siempre tiene que tener la casa impoluta y sus abrigos de piel bien cuidados. Obviamente, Cruella tampoco está nunca contenta con el comportamiento de su hijo. Así podemos decir que están todos los hijos de villanos de la isla, buscando la aprobación de unos padres que nunca se fijarán en ellos, porque no albergan ni pizca de amor en sus corazones, ni siquiera para sus hijos. 

¿Y cómo afecta esto a los protagonistas? Pues eso es lo que veremos durante la novela. He de decir que aunque la película que sigue la historia es bastante mala, resulta bueno verla porque realmente ves que las cosas pueden ser diferentes, que no tienes que ser lo que tus padres quieren que seas y que no mereces un destino que se te ha impuesto a la fuerza. Creo que este libro hay que verlo con una mente muy abierta, pues al principio es bastante repetitivo con eso de comer manzanas podridas e ir a clases de maldad pero realmente tiene un trasfondo que puede resultar interesante, sobre todo para aquellos que no saben muy bien su lugar en el mundo o que le dan muchas vueltas a las cosas.

Por último, añadiré que el diseño me ha encantado. Las esquinas de las páginas están decoradas con espinos y el principio de cada parte trae una cita de Disney, también decorada (como puede apreciarse en la imagen que se ve un poco más arriba). ¿Me ha gustado el libro? Sí, aunque lo recomendaría solo a los/las locos/as de Disney como yo, que buscamos la parte bonita de las cosas en todas partes aunque al principio no nos convenzan. La verdad es que una vez que terminas el libro es difícil no querer ver la película (por muy mala que sea) para ver qué pasa con el príncipe, del que se habla de vez en cuando, y qué acaban haciendo los cuatro protagonistas, que acaban más unidos de lo que ellos se creen.

¿Y vosotros/as qué pensáis? ¿Lo leeríais? ¿Os parece buena idea el punto de vista que adquiere esta historia?