Reseña: Conexiones.

Título: Conexiones.
Título original: Blue Gold.
Saga: Libro único.
Autor/a: Elizabeth Stewart.
Editorial: Ediciones SM (ficha del libro) ¡Mil gracias por el ejemplar!
Páginas: 282.
Fecha de publicación: 2014 (2015 en España)

FIONA, una chica canadiense, ha cometido un error absurdo: le ha enviado a su novio una foto indiscreta, un selfie que se ha hecho con su teléfono móvil...

... un aparato que habrá pasado por las manos de alguna obrera china como LAIPING, que acaba de llegar a la gran ciudad para trabajar soldando condensadores de coltán...

... un mineral que tal vez haya salido de la región natal de SYLVIE, una muchacha congoleña que ha sufrido en su propia carne la violencia generada por el comercio de ese preciado mineral.

FIONA, LAIPING Y SYLVIE. No se conocen, pero sus vidas están conectadas. ¿Cómo puedes saber que no están conectadas contigo?

Lo primero que voy a hacer es responder a la pregunta que nos hace la sinopsis. ¿Cómo puedes saber que no están conectadas contigo? Bueno, pues lo sé, Y SÍ QUE LO ESTÁN. Este libro me atrajo desde el primer momento que lo vi, y es que estudio sociología y este año me ha tocado estudiar relaciones internacionales Norte-Sur, y justo el tema del que trata el libro lo he tenido más que presente durante estos primeros meses de curso. Es impresionante la cantidad de cosas que no sabemos. Mejor dicho: es impresionante la cantidad de cosas que nos esconden los medios y las grandes empresas. Este libro, ten por seguro, retrata el caso de muchísimas personas en el mundo. Aunque sean personajes ficticios, ten por seguro que millones de personas padecen todo lo que Sylvie y Laiping nos cuentan. Por supuesto, no hay que quitarle importancia al caso de Fiona, que muchas chicas y chicos padecen en las economias desarrolladas gracias a la magia de internet. Vayamos por partes.

El libro lo empieza Fiona, una chica canadiense de 14 años normal y corriente, que va al instituto como cada día, que tiene un novio que no la trata demasiado bien y a la que no se le dan bien las fiestas. Es por esto último y por la presión que le pone el chico con el que sale que Fiona se saca una foto medio desnuda y se la manda. Todo esto, como digo, después de varias presiones por parte de él. En fin, ella le manda la foto y ahí queda la cosa, o al menos eso cree ella.

Después de Fiona aparece Sylvie, otra adolescente pero esta vez nativa de la República Democrática del Congo que ahora vive, junto con su familia, en un campo de Refugiados en Nyarugusu. Sylvie y su familia huyeron de su aldea cuando las guerrillas la invadieron y la quemaron para dar ejemplo a las otras aldeas. No sé si sabréis, y si no lo sabéis deberíais leer este libro, que en el Congo, como en tantos otros sitios que se abastecen a partir de la minería, los ataques de las guerrillas son más que frecuentes, y con esto me refiero a asesinatos y violaciones contínuas. Y, como digo, ésto no pasa solo en el Congo con el coltán (también llamaado "oro azul"), sinó que en muchísimas otras regiones africanas se encuentran bajo el mandato de las guerrillas, que van para apoderarse de todo lo que pillan. Por poneros un ejemplo algo diferente al del libro; situaciones en las que no les dejan arar sus tierras para obligarlos a trabajar en las minas pero que, en ciertas épocas, cesan esa represión, les dejan arar y cuando ya han cosechado sus tierras y tienen de qué abastecerse vuelven los guerrilleros para robárles todos sus víveres y abastecerse ellos mismos, a costa de las vidas de todas estas personas. ¿Hay derecho a esto? ¿Hay derecho a que miles y miles de personas como Sylvie pasen por estas cosas? Pero, para no desviarnos del argumento del libro, aquí nos centramos en el coltán, el mineral a partir del cual hacen las baterías de los móviles que todos nosotros y nosotras usamos tan tranquilamente. 

Por último, nos encontramos con el testimonio de Laiping, una chica de 15 años residente en China. China es uno de los países más ricos del mundo con la población más pobre del mundo. Y esto se debe a la grandísima brecha que existe entre la población obrera (campesina, más bien) y las clases más altas. ¿Qué pasa en China? Laiping nos lo cuenta muy bien. Las grandes empresas chinas contratan a miles de trabajadores casi todos los días. Esto es porque allí nunca falta el trabajo, y es que la producción para una empresa china nunca es suficiente. ¿Forma de sacar el máximo beneficio? Entre otras muchas, cosificar a los trabajadores. Este hecho, la cosificación, es algo que se da más a menudo de lo que os podáis pensar, y no solo en China sino que en las propias empresas de vuestros padres seguramente pase. Esto es así, y nadie hace nada por remediarlo. Laiping ha ido a una de las grandes empresas de China, la de señor Chen, a buscar trabajo. Ha salido de su aldea por primera vez en toda su vida porque su familia necesita dinero. Lo que en principio parece un sueño acaba convirtiéndose en su peor pesadilla. ¿Por qué para Laiping era un sueño y no sabía lo que se le venía encima? En una palabra: represión.

¿Qué conexión tienen estas tres chicas? Sylvie es nativa de la región principal de extracción de coltán, Laiping trabaja para una de las empresas que usan ese coltán para hacer teléfonos móviles y Fiona es una de las usuarias de esos teléfonos, que, a pesar de resultar tan maravillosos le han traído muchísimos problemas. Para no extenderme más en el tema, y porque podría estar hablando de esto horas, solo me queda deciros que leáis este libro. Ahora que llega la Navidad creo que es una época perfecta. Tenéis tiempo de leerlo y para reflexionar sobre el nuevo móvil, la nueva tablet, el ipod, el ordenador o lo que sea que os puedan regalar. Todos dependemos de estos aparatos y no creo que la solución esté en no usarlos sino en cambiar las situaciones de tantas Fionas, Sylvies y Laipings que hay en el mundo. Basta de esclavitud, de muertes y de violaciones en África. Basta de matar a trabajar a los pobres chicos y chicas que buscan un futuro mejor porque en sus aldeas no tienen para comer por culpa de una política corrupta. Basta de conducir a chicos y chicas a extremos sin retorno por una simple fotografía colgada en la red.

Durante la lectura las tres chicas nos contarán, una para cada capítulo, sus vivencias y las condiciones en las que se encuentran. No me cansaré de recomendar este libro porque creo que te hace ver de una forma más light de la que realmente es algo que está muy presente hoy por hoy. Digo light porque no deja de ser un libro juvenil y aunque las historias son verdaderas y los testimonios son atroces, la autora tiene una muy buena forma de contártelas. Dadles una oportunidad a Fiona, Sylvie y Laiping, pues poca gente se la ha dado a lo largo de sus vidas. Así pues, si no sabéis qué leer no dudéis en haceros con un ejemplar porque alecciona sobre algo de lo que no todo el mundo es consciente y aunque se queden muchas cosas en el tintero, la gente debe saber lo que ocurre en el mundo. 

Por lo menos, con este libro, no hace falta estar en tercero de carrera para tener, aunque sea, una idea aproximada de lo que ocurre en estas partes del mundo.